Tinta y fuego by Benito Olmo

Tinta y fuego by Benito Olmo

autor:Benito Olmo [Olmo, Benito]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Aventuras, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 2024-02-14T00:00:00+00:00


41

En la actualidad

Para no haber volado mucho, Oleg iba camino de convertirse en un experto. Miró por la ventanilla, pero no fue capaz de ver otra cosa que un mar de nubes a su alrededor. Cuando la azafata pasó por su lado arrastrando un carrito, le pidió un par de cafés y le pasó uno a Greta, pero esta ni siquiera le dio las gracias. Se limitó a bebérselo sin más, como si estuviera convencida de que se lo merecía.

Una chica peculiar. Le habría caído bien de no haber sido tan reservada y, sobre todo, si no mostrase esa actitud de permanente mal humor. No parecía costarle encontrar motivos para estar enfurruñada con los que la rodeaban. Tanto era así que se sentía cohibido en su presencia, con un temor continuo de hacer algo que la ofendiera.

Por momentos, parecía otra persona. Esa misma mañana, cuando le había pedido que la acompañara a Breslavia, le había dado la impresión de que agradecía su compañía. Que la necesitaba incluso, aunque era incapaz de demostrarlo. Y sin embargo allí estaba, ignorándolo de forma tan consciente que rozaba el ridículo.

Pero valdría la pena, se dijo. Por eso se había tragado su orgullo. Greta era la clave de todo. Sin ella, su misión estaría condenada al fracaso.

Se preguntó si sería consciente de lo importante que era.

—El saqueo de Polonia fue terrible.

Lo dijo en susurros, como si hablara para sí mismo. Aún quedaba un buen rato antes de que aterrizaran en Breslavia y no estaría de más ponerla en antecedentes. Greta asintió, como si ya estuviera al tanto de aquello. Oleg no necesitó más para continuar.

—Fue una chapuza —añadió—. Se calcula que tres millones de libros fueron enviados a Alemania, pero unos quince millones fueron destruidos.

Greta continuó en silencio, aunque Oleg notó cómo giraba levemente la cabeza en su dirección, delatando su interés.

—Sin embargo, también hubo héroes en Polonia. ¿Has oído hablar de Die Papier Brigade?

No negó, ni se encogió de hombros. Oleg dedujo que no conocía esa historia y, si la conocía, no le importaría oírla una vez más.

—El ERR recaló en Vilna para llevar a cabo una inspección y decidir qué colecciones debían ser expropiadas y cuáles se debían destruir. Había tanto trabajo que recurrieron a una docena de intelectuales que trabajaban en el Instituto de la Cultura Judía de Varsovia para que les ayudaran a examinar, clasificar y empaquetar los ejemplares que debían ir a Alemania.

»Se trataba de una labor muy dura. Los libros que no fueran seleccionados serían destruidos y convertidos en pulpa de papel.

En ocasiones, Oleg pensaba en el paralelismo entre aquella situación y la labor que Sebastian y su equipo llevaban a cabo en la Zentral- und Landesbibliothek. Salvando las distancias, ellos también escogían qué obras debían ser rescatadas y cuáles estaban condenadas a languidecer en el Limbo, privadas siquiera de la posibilidad de regresar a sus legítimos dueños.

—Al principio, aquellos hombres y mujeres cumplieron su labor con diligencia, pero no tardaron en organizarse y elaborar un plan de acción para salvar los títulos más importantes.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.